Te guste o no, las vacaciones traen consigo una variable ineludible: la comunidad se plaga de niños. Esos pequeños seres cambian las aulas por juegos en la piscina, en el parque y, en verdad, en cualquier espacio que puedan. A menos que los haya de Rodríguez (porque haberlos, haylos) o que estén de campamento, es común verlos corriendo y gritando por las zonas comunes. Por ello, más que nunca, debemos prestar atención a la seguridad para niños en comunidades.
Los niños tienen algo gracioso, son impredecibles. O eso dicen, porque la verdad es que son bastante predecibles. Sólo hay que tener en cuenta la máxima de que si hay algo peligroso o prohibido, se retarán. Si de algo inocente se puede sacar una variable peligrosa o prohibida, lo intentarán. Ahí estarán incondicionales, dando lo mejor de sí mismos.
Por ello, crear un ambiente seguro para los niños consiste en analizar las características de la zona, anticipar sus movimientos (o pensar en lo que ninguna persona con dos dedos de frente haría jamás) y tomar las medidas necesarias para prevenir accidentes infantiles.
El plan es observar sus ritos conductuales y, paso a paso, determinar cómo podemos crear una comunidad de propietarios más segura para los niños.
El niño que nunca se mueve es el niño al que nunca le pasará nada. También será el niño más gris. Los niños juegan, experimentan y arriesgan. El mejor consejo para evitar accidentes es que intentes no perderlos de vista, eso sí, sin coartar su libertad.
Antiguamente, los parques para niños eran lugares donde crear recuerdos en forma de cicatrices. Rodillas desolladas por fricción contra los suelos de cemento, frentes marcadas por el canto del columpio, manos pilladas por eslabones de cadenas, espinillas curtidas en las medialunas, culos quemados en los toboganes…
¿Estamos creando una especie más débil? Probablemente, pero al fin y al cabo, si es posible prevenir una desgracia, ¿por qué arriesgarse?
Para prevenir accidentes de niños en los parques infantiles de la comunidad de propietarios debes fijarte en dos aspectos: el primero es la instalación en sí y el segundo es su estado de conservación.
Hay una norma europea (¡qué novedad!) que regula las exigencias de las zonas de juego infantil para que sean seguras para los niños. Esta es la UNE-EN 1176 y 1177. En esta norma encontramos requisitos sobre los equipos (columpios, subibajas, toboganes) y sobre los materiales en lo que deben estar realizados.
De esta forma, como buenos garantes de la seguridad infantil, debemos prestar atención a los huecos y dimensiones: que no caigan, que no queden atrapados, que no sean demasiado altos, que no estén demasiado juntos, etc. Luego está el recubrimiento del parque. Hemos cambiado la grava y tierra por recubrimientos acolchados que amortigüen las caídas y que también deben ser lo suficientemente gruesos. Es más, dicen por ahí que en algunos parque para niños es posible rebotar cuando caes al suelo. Finalmente, un parque seguro tiene una preciosa vallita de madera destinada a que no entren los perros y a que no se escapen los niños. ¿O era al revés?
Básicamente, el mejor método para garantizar aquí la seguridad para niños es eliminar todo desgaste que pueda ser causa de accidente. Tenemos de ejemplos maderas astilladas, soldaduras o ensamblajes sueltos, anclajes desanclados, redes agujereadas… ¡Seguro que a ti también se ocurren muchos más!
En resumidas cuentas, para prevenir accidentes en el parque infantil de la comunidad hay que tener las instalaciones adecuadas y que asegurarse de que éstas están siendo sometidas al correcto mantenimiento.
Todo esto te sonará:
Si algo resulta oscuro o prohibido, será interesante para los niños.
Mires donde mires, imagina un niño corriendo a la velocidad Flash Gordon recorriendo más rincones que el Demonio de Tasmania. Todo resquicio de choque o tropiezo debe desaparecer. Hay que asegurarse de que los adoquines estén en perfecto estado, de que la iluminación de los pasillos y garajes es la correcta, etc.
Si hay ventanas altas, deben ser de seguridad. Además, las puertas de trasteros y contadores, mejor cerradas con llave. Estas puertas, por cierto, tienen un efecto magnético sobre los dedos de los niños. Son pillados con una facilidad pasmosa.
En resumen, la mejor seguridad para niños en comunidades son tus capacidades de prevención y reacción. Para la primera, mantén todo lo más seguro posible. Respecto a la segunda, intenta supervisar el juego de los pequeños.
Fuente: micomuniweb.com
Extraído de adasadministracion.com
ADAS ADMINISTRACIÓN
facebook.com/ADAS.AdministracionDeFincas
Av. Innovación nº 5, Ed. Espacio, módulo 205, Sevilla
Tfno.: 954 252 480
adasadministracion.com
What do you think?